Hoy he leído un artículo muy interesante en JotDown, escrito por Martín Sacristán que hablaba de la opción de considerar el mercado de la marihuana como la salvación a todos los problemas de nuestro país: https://www.jotdown.es/2020/08/futuro-imperfecto-37-economia-por-la-maria/
Explica de manera clara y sencilla la riqueza que podría generar para las arcas públicas la legalización y cultivo de la marihuana, así como los pasos que ya están dando otros países en esa dirección. Datos muy interesantes que no viene mal leer, pues parece que el mundo se está dando cuenta del poder económico que supone esta hierba y ahora empieza la carrera por el oro verde.
Es curioso que en España, este país lleno de contradicciones donde nadie entiende opiniones que no sean la suya como una inevitable y cruenta lucha a muerte, se esté empezando a plantear abiertamente algo como la legalización de la marihuana.
Hay dos motivos para todo este aparente y llamativo pero insignificante despiporre. El primero es que la iglesia está perdiendo cada día más poder y ya no es tan pecado que el Estado tenga sus propias opiniones. El segundo es que, hasta al más imponente personaje anti drogas, de esos que no entienden que alguien pueda consumir cualquier tipo de sustancia, pero que se bajan cada día una botella de vino comiendo, se le puede entrar hasta la cocina si sacamos el tema de la pasta. Si vamos a ganar millones, ya no importa cambiar una opinión que tanto mercado negro ha creado, que tanto daño ha hecho desde la clandestinidad. No me hables de lo correcto o de lo incorrecto. ¿Hay dinero de por medio? Entonces me lo pienso.
Que nadie vaya a creer que este supuesto gobierno progre está haciendo algo por mejorar medidas e ideas anacrónicas, it’s just business, pues de business es de lo único que saben nuestros políticos, como cuando se saltan las leyes por el forro en operaciones de tráfico de armas estatales, usando bomberos y policías pagados por todos para escoltar la operación: https://twitter.com/inarobles13/status/1227007251069702144?s=20
Nuestros políticos se alimentan de las diferencias culturales de dos grupos de pensamiento, impuestos desde antes de la guerra civil, generando riqueza propia y ajena durante sus años de mandato. Les va bien que sigamos riñendo por tonterías y no nos paremos a pensar que da lo mismo la idea de cada uno, si es que esto es realmente una democracia.
Lo que interesa aquí, es que nadie se de cuenta de que hemos perdido decenas de años centrando todo el crecimiento en bolsas de humo como el turismo, que destruye lo más básico de nuestras raíces y que, como acabamos de comprobar, no está a nuestro lado cuando más se le necesita.
Basta de depender de los combustibles fósiles. Basta de depender del turismo. Debemos invertir en producir. Invertir en aprender e inventar las mejores técnicas para sacar toda la energía de nuestro sol. Invertir en crear un mundo de profesionales, materiales, y productos de vanguardia, que sean los mejores en su sectores. Centrarnos en sectores como son las energías renovables y la producción de elementos técnicos indispensables que nos lleven a generar riqueza en un plazo de 10 años. Invertir en aprender, en crear… y por supuesto, en cultivar y vender marihuana, que siempre será mucho más rentable y seguro que seguir poniendo copas a inglesitos ciegos en Magaluf.
A la larga, los más mayores entenderán que su moral se ha visto manipulada por los mismos de siempre y que no hay mucha diferencia entre fumarse un porro o trincarse un chupito de whisky después de comer con tres cervezas.
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